
Había una vez… un escritor que vivía en una tranquila playa, cerca de una colonia de pescadores. Todas las mañanas iba a caminar por la orilla del mar para inspirarse y las tardes las concurría en su casa escribiendo.
Cierto día, mientras caminaba por la playa, vio una sombra que parecía bailar. Al acercarse a esa figura, se dio cuenta que se trataba de un joven que recogía estrellas de mar que estaban en la arena para, una por una, tirarlas nuevamente al mar.