Percepciones
– Bien alumnos: hoy vamos a hacer un pequeño experimento –anunció el profesor de química-. Espero que pueda enseñarles muchas cosas.
La clase, expectante, se miraba desconcertada. El docente puso tres jarras frente a él. En la primera vertió agua helada, en la segunda agua corriente a temperatura ambiente, y en la tercera, agua a punto de hervir.
– ¿Quién me ayuda? Necesito un voluntario.
Un alumno levantó la mano, y se acercó a la mesa.
– Por favor, ponga su mano derecha en el agua fría, y la mano izquierda en el agua caliente.
El alumno lo hizo.
– Muy bien. Ahora cuéntenos que siente.
– Bueno… siento calor en la mano izquierda, y mi mano derecha está a punto de congelarse…
Todos rieron, sin entender demasiado a qué iba aquel experimento. El profesor le dijo:
– Ahora, ponga las dos manos en la jarra del medio, y vuelva a contarnos qué percibe.
– ¡Ahora al revés! -se sorprendió la alumna- ¡Con mi mano derecha siento que el agua está caliente, y con la izquierda, que está fría!
– Gracias. Puede sentarse.
Y, mirando a la clase, les dijo:
– El agua puede parecer fría o caliente, según la temperatura de tu mano. Esto es así porque en el mundo no hay nada absoluto: todo es relativo, incluso lo bueno y lo malo de la vida. ¿De qué creen que depende?
– De nosotros mismos y nuestras percepciones –dijeron los alumnos-.
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