Archive for February 24th, 2014

Ser bueno en el trabajo no es suficiente

Juan trabajaba en una empresa hacía dos años.Siempre fué muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones. Llegaba puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió ninguna amonestación.
Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:

– Señor, trabajo en la empresa desde hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado. Mire, Fernando ingresó en un puesto igual al mío hace solo seis meses y ya ha sido promovido a supervisor.

– ¡Ajá! -respondió el gerente-. Mientras resolvemos este problema que me planteas, quisiera pedirte que me ayudes a resolver otro. Quiero dar fruta al personal, para el almuerzo de hoy. En el negocio de la esquina venden frutas. Por favor averigua si tienen naranjas.

Juan se esmeró en cumplir con el encargo de su jefe y en 5 minutos ya estaba de vuelta en la oficina.
– Bueno Juan! ¿qué averiguaste?

– Señor, sí tienen naranjas para la venta.
– ¿Y cuánto cuestan?

– ¡Ahhh…! no pregunté eso.
– Bueno, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal?,- preguntó serio el Jefe.

– Tampoco pregunté eso señor.
– ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

– No sé señor, pero creo…
– Bueno, -dijo el Jefe-, espera, siéntate un momento.
El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando. Cuando se presentó, le dió las mismas instrucciones que le había dado con anterioridad a Juan
y en 10 minutos estuvo de vuelta.
Cuando volvió,el Jefe le preguntó:

– Bien Fernando, ¿que noticias traes?
– Señor, tienen naranjas, las suficientes para todo el personal y, si prefiere, también tienen bananas, manzanas, kiwis y peras. La naranja está a 15 el kilo, la banana a 22, la manzana a 9 el kilo y el kiwi y el melón cuestan 28 el kilo. Me dijeron que si compra fruta en cantidad, nos harán un descuento del 8 por ciento. He dejado separada la naranja, pero si usted elige otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.

– Muchas gracias, Fernando, pero espereme un momento.
Se dirigió a Juan, que había quedado boquiabierto y le preguntó:

– Juan, ¿que me decías?
– Nada señor, eso es todo. Muchas gracias. Con su permiso…

(¡Gracias, María! – Colombia)

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FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"El éxito es en gran parte el producto de elevar constantemente el nivel de nuestras aspiraciones
y el de nuestras expectativas"
(Jack Nicklaus)

Tú eres tu propia empresa

TU ERES TU PROPIA EMPRESA

Tu eres tu propia empresa, y el mundo la empresa de todos…

Una empresa estaba en situación difícil y las ventas iban mal, los trabajadores y colaboradores estaban desanimados, y la situación financiera del negocio era crítica.

Era preciso hacer algo para revertir el caos.

Nadie quería asumir nada. Por el contrario, el personal apenas reclamaba que las cosas andaban mal y que no existía perspectiva de progreso en la empresa.

Ellos consideraban que alguien debería tomar la iniciativa de revertir aquél proceso.

Un día, cuando los funcionarios llegaron a trabajar, encontraron en la portería un enorme cartel que decía:

"Falleció ayer la persona que impedía el crecimiento de nuestra empresa. Usted está invitado a participar del velorio en el salón de los deportes."

Al principio todos se entristecieron ante la muerte de alguien, pero después de algún tiempo, sintieron curiosidad por saber quién estaría bloqueando el crecimiento de la empresa.

La agitación en el salón de deportes era tan grande que fue preciso llamar a los guardias de seguridad para organizar una fila india.

A medida que las personas iban aproximándose al cajón la excitación aumentaba.

-¿Quién era el que estaba estorbando el progreso?
– ¡Qué suerte que este infeliz se murió!!!
Uno a uno, los funcionarios agitados se aproximaban al cajón, miraban al difunto y se quedaban pasmados en seco, quedando en absoluto silencio como si hubiesen sido heridos en lo más hondo de sus almas.

Pues bien, ciertamente usted no habrá imaginado que había en el fondo del cajón…

¡Había un espejo!..

Reflexiones:

Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: tu mismo.
Tu eres la única persona que puede cambiar tu vida.
No sigas intentando falsas salidas.
No sigas llenándote de falsas esperanzas!.
No sigas buscando responsables, fuera de ti, de lo que tu no puedes hacerte cargo.

Y por ultimo no vivas quejándote de que no se puede hacer nada,

porque otros en tu misma posición hemos tomado el futuro en nuestras manos.
No queda otra: Si todos hacemos como tu, esto no cambia. Distinto es si le pones manos a la obra.

Es dentro tuyo donde encontrarás la energía y las respuestas para autotransformarte y junto con los demás transformar esta sociedad, y de esa forma construir la humanidad. Un verdadero mundo nuevo, con un nuevo hombre lleno de Paz de Fuerza y Alegría.

Los seres humanos hemos construido ámbitos que cuentan con las herramientas necesarias para que esto se haga realidad, y desde hace mucho, mucho tiempo están muy cerca tuyo. Están al alcance de tu mano.


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FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"El cambio es posible y depende de la acción humana".
(Silo)

Sobre peregrinos, el miedo y la muerte

Miles de peregrinos se dirigían hacia un santuario. En aquellos días, no se podía manejar o volar, por lo que todos debían caminar. Un caballero, apostado cerca del camino, los observaba. De pronto, vió a un hombre extraño, feo y vulgar. Detuvo al hombre y le preguntó:
– ¡Eh!, ¿quién eres?. No pareces ser peregrino…
– Señor, ¿cómo puedes verme?. Nadie debería darse cuenta de que estoy aquí…
– Eso no importa. El hecho de que esté interrogándote significa que puedo verte. Así, pues, dime: ¿quién eres?.
– Soy el Mensajero de la Juerte.
– ¿Hacia dónde te diriges?.
– Voy al lugar sagrado de peregrinaje.
– Oh, ¿y piensas adorar a Dios allí?
– No, señor, ésa no es mi ocupación. Voy allí a realizar mi trabajo.
– ¿Cuál es tu trabajo?
– Dios me ha enviado para quitar algunas vidas. Algunas personas deben dejar sus cuerpos, y la peregrinación es una buena oportunidad para hacerlo. Dadas las malas condiciones, seguramente la gente contraerá enfermedades con facilidad.
– Entonces ¿qué harás?.
– Pues sembraré el cólera …
– ¿A cuántos matarás?
– Me han asignado llevarme a cuatrocientas cincuenta personas.
– Bien, si Dios te dijo que lo hicieras, hazlo.
Entonces, la extraña criatura continuó su camino. Luego de que hubo terminado la celebración sagrada, todos los peregrinos volvieron por el mismo camino. Nuevamente el caballero se hallaba a la vera del camino, observando a los que por allí pasaban. Le preguntó a algunos de ellos:
– ¿Cómo fue todo?
– Todo salió bien -respondieron-, pero, desgraciadamente, sobrevino el cólera y acabó con las vidas de muchos.
– ¡Oh!. ¿Cuánta gente murió?
– Alrededor de mil quinientas personas.
– ¡¿Tantas?!
– De eso puede estar seguro.
El caballero pensó que él mismo podría esperar a que pasara el Mensajero de la Muerte y preguntarle qué tenía que decir. Cuando finalmente lo vió, le dijo:
– ¡Deténgase!. ¿Es usted el mismo hombre que vi en camino al santuario sagrado?
– Sí, señor.
– ¿No me dijo Usted que iba a la peregrinación a llevarse cuatrocientas cincuenta vidas?
– Sí, así le dije.
– Pero, ¿sabe cuántas murieron?.
– Sí, mil quinientas.
– ¿Cómo pudo hacer eso?. ¡Solamente de´bía llevarse a cuatrocientas cincuenta!.
– Señor, sólo hice mi trabajo. Me llevé a cuatrocientos cincuenta.
– Entonces, ¿cómo murieron las demás?
– Murieron de miedo.


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FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Dejarse vencer por el pesimismo
es apagar la luz de la esperanza"
(Luis Carrillo Hernández)

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
– Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
– Espera! -lo interrumpe el filósofo -. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
­- ¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?.
-No, en realidad no. Al contrario…
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
– A decir verdad, no.
– Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es sabio, bueno ni verdadero, sepultémoslo en el olvido.


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FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
“Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos”.

Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:

– Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…

– Espera! -lo interrumpe el filósofo -. ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

­- ¿Las tres rejas?

-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

-No. Lo oí comentar a unos vecinos.

-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?.

-No, en realidad no. Al contrario…

-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

– A decir verdad, no.

-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es sabio, bueno ni verdadero, sepultémoslo en el olvido.

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FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:

"Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos".