Un hombre presentía que estaba al borde de la bancarrota. Las cosas no sólo le iban mal con el dinero, sino que sus recursos disminuían y su desesperación aumentaba.
Pensaba que la única salida era ganar la lotería. Entonces se le ocurrió rezar:
– Señor, por favor, dame una oportunidad. Si gano, podré empezar de cero y salir de esta situación.
Pasaban los días, y no recibía ninguna respuesta. Hasta que una noche, cuando estaba a punto de dormir, escuchó una voz que, de la nada, le dijo:
– Hijo, dame tú una oportunidad. Deseo complacerte, pero… por lo menos, haz tu parte. ¡Compra un billete!
‘, ‘
FRASE PARA ACOMPAÑARTE EN LA SEMANA:
"Sólo si alcanzas el límite,
el límite retrocede ante ti.
Si no lo haces, si confinastus esfuerzos,
la frontera empequeñecerá para acomodarse a ellos"
(Hugh Nibley)